La refrigeración es el proceso de transferir el calor de un espacio o sustancia a otro lugar para reducir la temperatura y mantenerla en un nivel más bajo. Esto se logra mediante la eliminación de calor de una zona a través de un proceso de evaporación o compresión y luego la liberación de ese calor en otra zona.

La refrigeración se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde la conservación de alimentos y la fabricación de productos farmacéuticos hasta la climatización de edificios y la refrigeración de equipos electrónicos. Los sistemas de refrigeración utilizan diferentes tipos de refrigerantes, que son sustancias que absorben el calor del aire o la superficie en contacto con ellos y se vaporizan, y luego se condensan de nuevo para liberar ese calor.

El proceso de refrigeración se realiza a través de un ciclo termodinámico que incluye varios componentes, como el compresor, el evaporador, el condensador y el dispositivo de expansión. Los sistemas de refrigeración también se clasifican según su capacidad de enfriamiento, desde los sistemas pequeños utilizados en hogares y oficinas hasta los sistemas industriales utilizados en grandes instalaciones de fabricación.

En resumen, la refrigeración es un proceso esencial para la comodidad y seguridad humana, así como para la producción y fabricación de bienes y servicios, y su desarrollo ha sido fundamental en la evolución de la tecnología moderna.